domingo, 25 de julio de 2010

Ayer sábado fue mi día n°160 de la cuenta regresiva de mi plan. Ya no me encuentro tan alterada por lo del parte del viernes, y me he empezado a sentir mejor, aunque tengo mis recaídas. Lo bueno es que recibir el apoyo de todo el mundo, provoca una especie de presión social y compromiso, con el que me siento realmente bien, y pienso las cosas dos veces antes de hacerlas (esto debería sucederme no sólo con las comidas, en realidad).
He recibido un montón de buenos consejos; no había escuchado ninguno y son cosas tan agradables! Eso de que la función de las proteínas es quemar grasas, es algo que ignoraba completamente y que me ha sonado a bendición. Por mí, me llenara de proteínas, pero como todos los extremos son malos, supongo que debo permanecer con mi dieta equilibrada. En otras palabras, continuar desechando todos los churrascos palta, barros luco, completos, brownies de manjar, choripanes y una infinidad de cosas ricas que me devolvían el alma al cuerpo. Pero es que, díganme ¿Acaso hay algo en el mundo más rico que comer?. En algún momento de mi vida habría sido capaz de venderle el alma al diablo con tal de conseguir un trozo de torta de crema chantilly con nueces hecho por mi suegra. Honestamente, hoy quizás aún lo haría si me pilla volando bajo, pero tengo un poco más de cuidado. Pero insisto, la presión social es poderosa, y cuando se quiere lograr algo, lo mejor es pedir ayuda. Esto de tener a un montón de personas que en enero me pasarán la cuenta, sirve bastante. Y que te quiten de las manos el platito de pizza con quesito derretido y pepperoni, es algo que hace llorar a mares, pero que después se agradece mucho. Soy demasiado golosa, y creo que de seguro soy candidata a una diabetes adquirida. Afortunadamente, en mi familia no existen antecedentes de ello, pero tampoco quiero crearla. Ojalá me acompañe la fuerza de voluntad, y la fuerza de los jedi de star wars... o como se llame.
Mientras tanto, acá mi rendición de cuentas de ayer. Igual me porté mal :(

- 1 manzana fuji (otra vez? es que si no, no hay caso, no puedo ir al baño).
- 1 taza de té con leche y endulzante
- 2 rebanadas de pan con quesillo fresco
- puré con carne de cerdo y ensalada de apio (ok, alguien me va a pegar por mezclar carbohidratos con carnes... pero nunca he entendido la razón de esas mezclas... y en mi casa, rara vez se usan lso acompañamientos ajenos al carbohidrato).
- rolls de sushi (al menos el hecho de no poder comer tortas no me impide que coma pescadito crudo... nada mejor!). Un regaloneo consolador.
- 1 taza de té verde
- y acá mi horroroso pecado: decidimos salir con mi hermana y mi marido a tomar algo: un tequila blue, y picoteo de queso, aceitunas, galletas y jamón en cubitos. No recuerdo cuánto comí de eso, pero sí me anduve mareando. En fin... considerado mi estilo de vida, en promedio me debo tomar unos 8 tragos en el año, de lso cuales 6 son pisco sour lights y 2 son tequilas blue. No me gusta ningún otro trago, a menos que sea vodka naranja... pero ya van tres o cuatro años que no me tomo uno de esos.
Pecado dos: aún no me peso. Hoy no tengo excusas, porque no llueve ni tengo nada pendiente. Debo recordarlo; quizás mi mayor problema es la falta de memoria.

sábado, 24 de julio de 2010

1 día menos

Y bien, he conseguido más apoyo del que esperaba, y eso me llena de energía. Hasta el momento, creo que resulta una estupenda idea contarle a todo tu entorno que estás haciendo una dieta, así nadie te tienta de comer cosas ricas y te hacen sufrir. Y eso mismo debí haber hecho con mi hermana mayor.
Nos invitaron a Michy y a mí a su casa, y resulta que mis sobrinas querían hacer panqueques. Ayudé en la cocina para que no se demoraran tanto, y resulta que luego, llega mi cuñado con una pizza de jamón y aceitunas, un quesito que les cuento.... ohhhhh, qué manera de sufrir!! Mi hermana, que quiso ser solidaria, me preparó un sandwich de pan de molde con quesillo, jamón de pavo, lechuga, tomate y algo más que no me acuerdo en este momento. Más encima, tenía tanta hambre, que comerme eso mientras veia a los demás con su buen trozo de pizza y un platón de panqueques recién hechos... creo que hace mucho que no sufría tanto. Para mitigar el dolor, me comí el pan pronto y entonces se me pasó el hambre. Dejé de sufrir un rato. Luego me dice mi hermana: "pero no es necesario que te sobrepases; cómete la mitad de un panqueque". Por supuesto, después de meditarlo mucho, me dije que antes de llover, primero gotea, así que busqué el más flaquito y lo partí por la mitad. Misión cumplida: resistí a la pizza y el exceso de panqueques. Mi pecado dulce del día.
Poco después de escribir la nota de ayer, me comí la segunda manzana. Dos manzanas de desayuno. Sé que faltó algo más para hacer mi dieta más complementaria, pero como era tarde, no tenía sentido preparar algo totalmente nutritivo y bajo en calorías. Al fin y al cabo, dentro de una hora y media más iba a almorzar en mi casa. Mi mamá tenía pollo arvejado con arroz. No me pude resistir, pero considerando que había postre y decidí cambiarlo por una agüita de limón, no me siento tan culpable. Desde luego que el pollo se quedó sin cuero y el arroz no era mucho.
La lluvia boicoteó mi plan de pesarme ayer. Apenas alcancé a ir al dentista durante la tarde y luego, se largó a llover. Así que el doloroso trámite lo haré hoy, y les comunicaré cómo me fue.
Mientras tanto, rindo cuentas de mi consumo del 23 de julio, al día n°161 de mi cuenta regresiva:
- 2 manzanas fuji medianas
- pollo arvejado con arroz y ensalada de brócoli
- agüita de limón
- sandwich vegetariano en pan de molde
- medio panqueque
- vaso de jugo light
- 1 barra de cereal

No me porté tan mal, después de todo. Ayer fui al supermercado y compré cereal fitness. Tengo leche descremada y yogurth Activia light. Sí, soy una más que sufre del tránsito lento (qué elegante manera de decir "estítica"; nuestro país sigue siendo un cartucho de mierda: ay, qué asco! caca! deaj! pero cómo pueden hacer caca, yo no hago caca!!!) jajajaj. Nada como el vecino de Carlitos. Ese niño sí sabe decir "caca", sin ningún problema.
Aunque sí me porté mal en un sentido: doblé en una esquina donde decía "no virar izquierda", porque era tarde. Los pacos estaban escondidos y ahora estoy citada a tribunales para el 5 de agosto, por falta grave. Al menos no es gravísima, así que espero que no salga demasiado caro. Esto me pasa por mensa. Ula, ulaaaaa!!!

viernes, 23 de julio de 2010

El origen del desafío

De acuerdo, este es mi testimonio.

Soy Giselle, tengo 26 años, soy diseñadora y tengo un sobrepeso al que no estoy acostumbrada. En realidad, no es algo que implique demasiada importancia, porque la gente me sigue queriendo a pesar de todo, pero sí ha reducido mi calidad de vida de manera notoria.
Solía ser una persona que hacía constante ejercicio, y si no era así, caminaba cada vez que podía y me mantenía en movimiento. Sin embargo, la salud me ha jugado un poco en contra, ya que tengo bronquitis crónica y un tobillo que también se esguinza con facilidad.
Anoche, con un respeto único (por mi carácter cuando se trata de apariencias físicas), mi marido me dice "Gise... estoy preocupado por tu físico. Creo que te has dejado de estar atenta, que comes mucho, y que no estás haciendo ejericicio". Es cierto, estoy muy sedentaria desde que se acabó la universidad y dejé de moverme durante los últimos meses (siempre aparecía algo que me impedía continuar con diversas rutinas: el título de la universidad, mis enfermedades, los trámites, el poco espacio para hacer ejercicio... y hasta la fuerza de voluntad). Afortunadamente, el pasado que tengo solía tener más movimiento, y sólo significaría volver atrás. Sin embargo, no es tan simple cuando llevas dos años sin mover nada más que el dedo del control remoto o subir las escaleras de mi casa, y pocas veces (porque, más encima, ni siquiera tomo el metro como para ejercitarme día a día un poco).
Para peor, la ansiedad es una de esas enemigas que complican la existencia de manera superlativa. Si hay una barra de chocolate, no me la puedo comer de a poco. Jamás una golosina o un paquete de galletas me va a durar más de 12 horas. Eso de guardar chocolates para la semana no va conmigo. Ni menos cuando son pasteles o galletas. Y tengo un esposo que es goloso, aunque no ansioso, por lo tanto, puede comprarse la barra de chocolate y le va a durar las dos semanas.
Decidí pedirle ayuda. No soy de las que sale a comprar golosinas, pero si las encuentra, pobrecitas ellas y el dueño de éstas. Perdió como en la guerra. Ahora son míos, porque me los encontré botados en el mueble de la cocina. Estaban tan solitos, que necesitaban mi compañía... y qué mejor que comérmelos!!!. Así que, según él, no va a volver a comprarme esas cosas ricas y será más previsor con mi dieta. Aunque suene extraño, tener la presión social o contarlo, es algo que me va a ayudar, porque rara vez me cumplo una meta que me haya prometido a mi misma.
Este Blog es como un compromiso que hago contigo, lector. Tengo que llegar a mi meta, pero por supuesto que esto tiene sus condiciones, cláusulas y pasos. Ya no estoy en edad de transformarme en anoréxica o bulímica (sí, ya maduré en ese sentido y nunca tuve esas enfermedades, afortunadamente), así que haré las cosas bien. Con la madurez que corresponde, volviendo a la vida cotidiana común, cuyo objetivo es mejorar la calidad de vida.

Así que, desglosando la idea, esta es una especie de ficha técnica del proceso:

OPERACIÓN GISE ADELGAZA

OBJETIVO GENERAL
Adelgazar

OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Volver a tener una buena calidad de vida.
Mejorar mi ánimo y sentirme bien.
Volver a usar un traje de baño, después de 2 veranos consecutivos.
Volver a mi talla de pantalón 40 y de blusa M
Mi vestido de novia decente para enero del 2011.
Recuperar mi peso normal: 60.

PASOS A SEGUIR:
1. Subirme, con mucha fuerza, entereza y madurez, a la pesa, y guardar el dichoso ticket que me acusa de irresponsable devoradora de pastelitos.
2. No llorar cuando vea los resultados deplorables de mi medición.
3. Buscar e informarme en internet sobre alimentación.
4. Verificar todo esto con algún nutricionista.
5. Revisar rutina de ejercicios y ponerme un horario que se pueda cumplir sin excusas.
6. Evitar deprimirme durante todo estos penosos pasos: reconocerlo es el primero.

Cuenta regresiva: del 23 de julio de 2010 al 1 de enero del 2011. Exactamente 161 días.

Espero contar con el apoyo de quien lea este blog. Si alguien quiere hacerlo o tiene algo interesante que quiera compartir... ¡estupendo!